Audi A6
Las ventajas
- Buen y confiable desempeño, combinado con un impresionante ahorro en las unidades diésel
- Excelente construcción de la cabina
- Se desenvuelve bien a alta velocidad
Las desventajas
- El viaje se hace duro cuando la carretera es irregular
- La posición del embrague puede molestar a algunos conductores
- La insonorización del ruido a altas velocidades podría mejorar
Descripción
A la gama Audi le sobran los pedigríes, y el A6 no es una excepción. Con una historia que se remonta a los ochenta con el Audi 100, es un coche diseñado con ambiciosas aspiraciones. El diseño del actual A6 relevó al del Audi 100 de 1994, pero no se vio el tipo de innovación en ingeniería que garantiza un cambio de nombre. ¿Qué hay de la séptima generación, supone un cambio en esta tendencia? ¿Ha conseguido Audi finalmente ofrecernos un coche que derroque a la competencia?
Audi A6 C7 (2011 – presente):
Por fuera, la 7ª generación luce exactamente como debe lucir un ejecutivo del segmento E. Es bajo, fino, y viene con un aire intrínseco a peligro, como la pantera apunto de abalanzarse. Hay quien puede alegar que no supone ninguna novedad para Audi pero si algo no está roto, ¿para qué arreglarlo?
Bajo las clásicas líneas del exterior se ve al fin un progreso real. Han desaparecido los bastos diésel de la generación previa, y en su lugar hay unidades mucho más nuevas y silenciosas. Las tres opciones en diésel son todo un halago para la gama, empezando con el 2.0 litros TDi que no es lo más excitante del mundo, pero ofrece un torque fluido y constante en todas las marchas. La mayoría sin embargo optarán por los modelos más grandes, el muy correcto 3.0 litros TDi V6 y su primo, el 3.0 litros BiTDi V6. Ambos le dan al A6 el poder que su chasis merece, y no son un golpe tan duro para la cartera como lo son las opciones en gasolina. Los motores a los que se aspira normalmente suenan más fascinantes, pero incluso la versión turbo 3.0 v6 es más lenta en alcanzar los 100 km/h que la BiTDi, aunque ambos están por debajo de los 6 segundos.
Para la 7ª generación, Audi decidió alargar la base de ruedas, lo que resulta en una mejorada conducción, particularmente a alta velocidad. Sin embargo, esta mejora es difícil de apreciar ya que la suspensión es más dura, lo que significa que la conducción del día a día puede resultar incómoda cuando te encuentras con carreteras que no están bien pavimentadas. La cabina es cómoda y está muy bien hecha, mostrando el alto nivel de diseño que es de esperar de un coche ejecutivo alemán. Al conductor le toca la peor parte sin embargo, con una posición del embrague a la que cuesta acostumbrarse.
Conclusión
El A6 se ha quedado parado en la mitad de la clase E ejecutiva durante un tiempo, pero esta generación finalmente ha conseguido convertirse en un auténtico rival. Le falta la sublime manejabilidad del Mercedes E-Clase o la precisión de los motores del BMW 5-Series, pero ahora se encuentra afianzado entre los mejores de su clase. Sólo el Jaguar XF ofrece una experiencia de conducción claramente superior.